Prácticas con 4 Guionesprácticas con
CUATRO GUIONES

SYD FIELD

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Breve reseña

Syd Field

Autor de los éxitos de ventas El libro del guión y El manual del guionista
Análisis de cuatro innovadores clásicos contemporáneos:
Thelma y Louise, Terminator 2, El silencio de los corderos y Bailando con lobos

INCLUYE ENTREVISTAS A FONDO CON LOS GUIONISTAS


"Como agua para chocolate está basado en lo que aprendí en los libros de Syd. Antes siempre me sentía aprisionada por la estructura, pero aprendí que en realidad la estructura me daba la libertad para concentrarme en la historia."
-Laura Esquivel


La tecnología está transformando el oficio del guionista. ¿Cómo puede el escritor encontrar maneras nuevas de contar una historia en imágenes, de crear una película verdaderamente notable? Syd Field nos revela lo que funciona, por qué y cómo en cuatro películas extraordinarias: Thelma y Louise, Terminator 2: el día del juicio, El silencio de los corderos y Bailando con lobos.


Sepa cómo

CALLIE KHOURI, en su primer guión para el cine, Thelma & Louise, reinventó las reglas de las buenas "road movies" y se saltó todas las convenciones para la creación de un nuevo clásico americano.

JAMES CAMERON, guionista/director de Terminator 2: el día del Juicio Final creó una segunda parte en la que integraba espectaculares efectos especiales y una trama argumental en la que Terminator, la máquina de matar por excelencia, se transforma en un personaje simpático. Así se escribe una película de acción.

TED TALLY adaptó la escalofriante novela de trescientas cincuenta páginas de Thomas Harris, El silencio de los corderos, convirtiéndola en un guión fascinante de ciento veinte páginas: una lección sobre el arte de adaptar novelas para el cine.

MICHAEL BLAKE, el autor de Bailando con lobos, vio realizado el sueño de todo escritor al transformar su novela en una película sin concesiones. Sepa cómo utilizó la transformación como dinámica espiritual en esta obra de alcance mítico.


Prácticas con cuatro guiones interesa tanto a los guionistas profesionales como a quienes aspiran a serlo, además de a todos aquellos que no se conforman con mirar a la superficie del cine que vemos. Quienes hayan leído los libros anteriores de Syd Field El libro del guión y El manual del guionista no podrán resistirse ante este nuevo título del maestro de la escritura de guiones, y los que no los conocieran les irán haciendo un hueco en su biblioteca pues encontrarán este libro instructivo y absorbente.

"Si yo escribiera guiones... llevaría a todas partes a Syd Field en el bolsillo del pantalón." -Steven Bochco, escritor/productor/director, La ley de Los Angeles, Canción triste de Hill Street


Ficha

Título original: Four Screenplays. Studies in the American Screenplay
Traducción: Marta Heras
Diseño de cubierta : Juan Carlos Sastre

© 1994 Syd Field

© 1997 Plot Ediciones, S.A.

S. Rogelio, 8
28039 Madrid
Fax : 450 57 70
Primera edición : marzo 1997
Todos los derechos reservados

ISBN : 84-86702-34-8


Índice

Thelma y Louise

1. El fenómeno de Thelma y Louise: Callie Khouri
2. Camino de la liberación: las diez primeras páginas
3. La presentación del personaje: las diez segundas páginas
4. La fuga: la primera mitad del segundo acto
5. El estafador y el ladrón: J.D. -- La suerte está echada
6. Sin retorno: La segunda mitad del segundo acto
7. El final del viaje: El tercer acto -- La resolución

Terminator 2: el día del Juicio Final

8. El viaje del héroe: Terminator 2: el día del Juicio Final
9. El planteamiento de una segunda parte: por dónde empieza el guionista
10. Metal líquido: la escritura del guión
11. "Malo hasta los tuétanos": la construcción de la historia
12. La fuga de Pescadero: la primera mitad del segundo acto
13. Las cosas por venir: el punto medio y más allá
14. El sacrificio perfecto: el hombre de hojalata consigue un corazón

El silencio de los corderos

15. Manzanas y naranjas: El silencio de los corderos
16. Tres padres: del libro a la película
17. Cómplices del crimen: el nudo de la trama y más allá
18. Toma y daca: preguntas y respuestas
19. El profesor: los principios básicos
20. El día de la graduación: la cita

Bailando con lobos

21. Un rastro de muchas lágrimas: Bailando con lobos
22. El viaje del escritor: Michael Blake
23. La extrañeza de la vida: un extraño en tierra extraña
24. Los primeros encuentros: una nueva vida
25. Bailando con lobos: el rastro de un verdadero ser humano
26. La rueda de la vida: el paso del Camino

Apéndice: Repartos y créditos de producción

Índice de nombres y títulos citados


Introducción:

Cuatro temas, cuatro guiones

La escritura de guiones es un oficio que alcanza en ocasiones la categoría de arte. Como el cine, es una forma única y especial que cambia y se mueve continuamente, reflejando las necesidades y preocupaciones de nuestro tiempo. El resultado es que cada generación aporta una nueva visión y una nueva sensibilidad al guión.

En los años ochenta los guionistas, criados con la televisión, las escuelas de cine y el ordenador, empezaron a explorar y elevar el lenguaje del guión y a explorar nuevos territorios de nuestra mitología y espiritualidad colectivas.

Como resultado, el cine de hoy en día se ha vuelto literalmente "más real". Escenas y situaciones que se consideraban imposibles de rodar ahora se representan con "mucho realismo": por ejemplo, Boyz n' the Hood (John Singleton) o Menace II Society (Tyger Williams), o El Mariachi (Robert Rodriguez y Carlos Gallardo). Exteriores que se creían inaccesibles para el cineasta son ahora accesibles: por ejemplo, Alto riesgo (Michael France y Stallone), en la que la verdadera "estrella" de la película es la impresionante región de los Alpes en la que se rodó. Por no hablar de los efectos especiales, del avance que han experimentado en unos pocos años, combinando el arte y la ciencia del diseño asistido por ordenador en películas como Terminator 2: el día del Juicio Final, o Parque Jurásico (Michael Crichton y David Koepp). Los programas creados para Terminator 2 permitieron a Dennis Murren, de la unidad de Industrial Light and Magic de George Lucas, elaborar los programas que hacían que la "realidad" de los dinosaurios en Parque Jurásico fuera tan real.

Al mismo tiempo, los guionistas descubrieron la obra del eminente erudito y filósofo Joseph Campbell, que trazó los mapas de los vastos océanos de la mitología, ofreciendo una perspectiva contemporánea a una generación sedienta de mitos. Sus ideas sobre la historia y la estructura del mito han influido en los guionistas de todo el mundo.

Hace varios años que viajo por el mundo enseñando a escribir guiones en seminarios y talleres. Y en todos los lugares en los que he estado he analizado y hablado del guión americano: con gobiernos extranjeros y sus ministros de cultura, con guionistas y cineastas, con diplomáticos y hombres de negocios, con actores y técnicos. Todo el mundo, sea cual sea su país o su cultura, está interesado en aprender más sobre la escritura de guiones.

Las películas han llegado a estar tan integradas en nuestra vida que a veces nos olvidamos de cuánto pueden influir en nuestro comportamiento o nuestra manera de pensar. Las dos especialidades más populares en las facultades y universidades de todo el país son empresariales y cine.

Las películas son una forma contemporánea de mito, y nuestros héroes emprenden sus aventuras frente a un público abundantísimo. La tecnología, la espiritualidad contemporánea y las enormes proporciones del público de hoy en día han provocado un cambio en el guión americano y en cómo cuentan sus historias los guionistas americanos. Los guionistas de hoy en día están encontrando nuevas formas de contar historias. Las cuatro películas que he elegido para analizar son una manifestación de este cambio.

Cuando vi Bailando con lobos, me di cuenta de que acusaba la influencia de algunos de estos cambios culturales. A primera vista era un "western", una película "polvorienta", un género que en ese momento en Hollywood se daba por bien muerto y enterrado. Pero el viaje del teniente John Dunbar hasta "el extremo más alejado de la frontera" era la encarnación de una estructura mítica que se encuentra en la obra de Joseph Campbell; Michael Blake dramatizó "el viaje del héroe" con sensibilidad, ingenio y comprensión.

En Bailando con lobos había también una dimensión espiritual que yo no había encontrado en ninguna otra película. Era la expresión del punto de vista de los indígenas americanos de que todos formamos parte de la Madre Tierra, que todas las cosas vivas están relacionadas. Hoy esto se conoce como el Principio de Gaia.

Pocos meses después vi Terminator 2: el día del Juicio Final, y salí del cine con la sensación de que acababa de ver el futuro. La obra de James Cameron y William Wisher, la segunda parte del gran éxito Terminator, estrenada en el ochenta y cuatro, representaba un logro asombroso del cine moderno: el guión utilizaba gráficos por ordenador como parte integral de la trama argumental, y como el programa tuvo que crearse especialmente para la película, la ciencia y la tecnología del cine dieron un gigantesco salto adelante.

Seguí pensando en Terminator 2 varios días después de haberla visto. ¿Por qué funcionaba tan bien esta película? Sabía que no eran sólo los efectos especiales los que hicieron de ella la película que más recaudó en taquilla en el mundo en 1991. Eso también contaba, desde luego, pero no era todo. Y la presencia de Arnold Schwarzenegger no bastaba para explicar que la película haya funcionado tan bien, aunque nos encantó su interpretación del robot creado para matar. Lo que hacía que la película funcionara tan bien es que los guionistas tomaron la idea y los personajes originales, los trasladaron siete años en el futuro de su mundo de ficción y al hacerlo transformaron al "malo" en el "bueno" de la película. Era más que una simple segunda parte; era la historia original con un nuevo "giro", e incluía efectos especiales nunca vistos hasta entonces.

Hubo otra cosa que me llamó la atención de Terminator 2 como en Bailando con lobos, había una toma de conciencia espiritual que se hacía sentir a lo largo del último acto. Muchos guionistas se ríen cuando hablo de esto, pero el Terminator encarna una conciencia de la conducta y el entendimiento humanos que lo elevan a la estatura de un "héroe". Aunque es un robot, acaba sacrificando su vida por el bien de la humanidad. Eso le convierte en un personaje de proporciones heroicas. ¿Y si una máquina puede aprender el valor de una vida humana, quizás nosotros también podamos¿, comenta Sarah Connor en el último plano.

Me perdí Thelma y Louise cuando se estrenó, pero cuando por fin la vi los personajes me dejaron pasmado y me impresionó la energía de la película. Viajando con estas dos mujeres por el camino sin retorno, sus acciones y su comportamiento me mostraron quiénes eran. No me hizo falta escuchar una explicación sobre su carácter: lo vi. Una buena película es comportamiento. En el lenguaje de los guiones, la acción es el personaje. Una persona es lo que hace.

Que el cine es comportamiento no es en realidad nada nuevo; este tipo de descripción de personajes ya se ha hecho en otras ocasiones con habilidad y finura. Si observa Gente corriente o Julia, los dos guiones de Alvin Sargent, o El buscavidas de Robert Rossen, o el guión de Chinatown de Robert Towne, encontrará ejemplos magníficos del cine como comportamiento. Pero el guión de Callie Khouri para Thelma y Louise lleva esta técnica a otro nivel, a un nivel más estilizado, visual y contemporáneo.

Thelma y Louise es también una historia de autoiniciación, sobre dos mujeres que aprenden a asumir las responsabilidades de sus acciones. Es también una película polémica: incluso ahora, cuando hablo de Thelma y Louise, parece que la gente quisiera rebuscar en ella hasta destrozarla. Hace resonar una cuerda muy profunda dentro de nosotros. Sí, tiene defectos. ¿Y qué? Sí, a la gente no le gustó el final. ¿Y qué? La acción era demasiado exagerada en algunos momentos. ¿Y qué? Es un guión notable tanto por su estilo como por su ingenio y ofrece una visión llena de perspicacia.

Cuando fui a ver El silencio de los corderos salí del cine sabiendo que acababa de ver una gran película. Como experiencia cinematográfica era más real que el otro tipo de películas sobre el asesino en serie loco sanguinario/demonio/psicópata que invaden las salas de cine. Lo que me resultaba tan horripilante de esta película es que Hannibal Lecter podría haber sido mi vecino de al lado. Sentarse en el cine entre el público produjo en mí el mismo tipo de impacto emocional que debió de tener Psicosis en el momento de su estreno. ¿Recuerda la escena de la ducha?

Después de ver El silencio de los corderos leí la novela y luego el guión. Era una gran novela que había sido adaptada al cine con un gran guión. Eso ya resulta bastante poco común. Y mientras estaba leyendo el guión me di cuenta de que las transiciones visuales que Ted Tally había entrelazado a lo largo de éste eran maravillosas. Una transición cinematográfica es la manera que tiene el guionista de pasar de una escena a la siguiente, enlazando el tiempo y la acción y utilizando el sonido y la imagen para urdir una línea narrativa que fluya con suavidad. Las transiciones de Tally eran estilizadas y llenas de inventiva y abrían nuevos horizontes al oficio del guionista.


El guión es una forma única; no es novela ni teatro, pero integra elementos de ambos. Un guión es una historia contada con imágenes, en diálogos y descripciones situadas dentro del contexto de la estructura dramática.

La estructura es la base de todos los guiones: es la columna vertebral, el esqueleto que lo mantiene todo unido. Mi aproximación a estos cuatro guiones está hecha desde un punto de vista estructural.

La estructura del guión es como un mapa de carreteras por el desierto, que muestra todas las cosas necesarias que hace falta saber antes de emprender el viaje. Es a la vez guía y sostén; como un árbol que se dobla ante el viento sin romperse, la estructura es flexible.

¿Cómo crear una estructura así?

Si consideramos un guión como una historia contada en imágenes, lo que tienen en común todas las historias es un principio, un medio y un final (aunque no necesariamente en ese orden). En términos dramáticos al principio le corresponde el primer acto, al medio el segundo acto y al final el tercer acto.

El primer acto es una unidad de acción dramática de unas veinte o treinta páginas de extensión y está enmarcado en el contexto dramático conocido como la Planteamiento. El primer acto plantea la historia, estableciendo de qué y quién trata y definiendo las relaciones entre los personajes y sus necesidades.

El segundo acto es una unidad de acción dramática que tiene aproximadamente cincuenta o sesenta páginas de extensión y que se enmarca dentro del contexto dramático conocido como Confrontación. Aquí el protagonista hace frente a un obstáculo tras otro al recorrer el camino que le llevará a la satisfacción de su necesidad dramática. La necesidad dramática es lo que el personaje quiere ganar, conseguir, obtener o alcanzar en el transcurso del guión. Si sabe cuál es la necesidad dramática de su personaje, puede crear obstáculos para satisfacer esa necesidad, y la historia tratará de cómo su personaje supera (o no supera) esos obstáculos para conseguir lo que necesita.

Todo drama es conflicto. Sin conflicto no hay acción; sin acción no hay personaje; sin personaje no hay historia. Y sin historia no hay guión.

El tercer acto es una unidad de acción dramática de unas veinte o treinta páginas de extensión que se enmarca dentro del contexto dramático conocido como Resolución. Resolución quiere decir solución. ¿Qué ocurre al final de su historia? Su personaje, ¿vive o muere, triunfa o fracasa, gana la carrera o no, se casa o se divorcia?

Planteamiento, Confrontación, Resolución; actos primero, segundo y tercero. ¿Pero cómo pasamos del principio al medio ¿del primer acto al segundo¿ y luego del segundo al tercero?

Creando un Nudo de la Trama. Un Nudo de la Trama es cualquier incidente, episodio o acontecimiento que se "engancha" a la acción y le hace girar en otra dirección, del primer acto al segundo, del segundo al tercero. En un guión puede haber muchos nudos de la trama, pero los que anclan la historia en su lugar antes de empezar a escribir la primera palabra del guión son el primer y el segundo nudos de la trama.


Aquí tenemos entonces cuatro guiones contemporáneos: Thelma y Louise, un guión original; Terminator 2, la segunda parte de un guión original; El silencio de los corderos, un guión adaptado de una novela; y Bailando con lobos, un guión adaptado por el propio autor de la novela. No hace falta decir que se trata de películas que me gustaron, que admiro por su técnica y su oficio, a pesar de las carencias o fallos que puedan tener.

Las cuatro películas se estrenaron con un año de diferencia entre ellas: Bailando con lobos en 1990, las otras tres en 1991. Las cuatro películas, tomadas en su conjunto, se distinguen claramente y se elevan por encima de las que vinieron antes, con un pie en el umbral de una nueva década en el arte de escribir

SYD FIELD
De la introducción a PRÁCTICAS CON CUATRO GUIONES


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